Las tarjetas de crédito o de tienda son una fórmula para el crecimiento acelerado en materia de financiamiento para comprar productos de valor mínimo a comparación de créditos que exceden los veinte millones de pesos (20’000.000). Estas formas de compra tienen unas tasas de interés variables, las cuales permiten acceder con la cédula de ciudadanía en mano, considerado por el público una manera sencilla y rápida

Al adquirir cualquier producto de este tipo los intereses van ligados a la deuda rotativa que cada persona tenga, ocasionando un nivel de endeudamiento alto y en algunas ocasiones sumando gastos innecesarios al bolsillo.

Ahora bien, el impacto que se da en la industria comercial  con los créditos rotativos tiende a tener un impacto relevante ya que las variantes que mueven la esfera comercial posibilitan a cada empresa a crear un modelo propio de financiamiento, ocasionando un incremento en los valores comerciales a nivel global.

Las empresas que incorporan estos modelos de gestión de riesgo brindan un paralelo entre el cliente, asesoría y sistemas de cobranza por motivos de movilidad en inventario, regulación y clasificación de competitividad con los diferentes modelos de negocio que se encuentran en la esfera comercial

Los lectores se deben estar preguntando si el impacto es negativo o positivo, y aunque la respuesta no es única, a visión general los impactos varían según el manejo de las personas que adquieren estos servicios evitando caer en días de mora y deudas impagables. Por parte de la industria comercial cabe recalcar el objetivo de este tipo de herramientas para acelerar la economía y crear modelos de negocio para microempresas y otros establecimientos, permitiendo el ingreso y movimiento a las diferentes facilidades de cada financiamiento.

Estas herramientas al igual que Solati, manejan un objetivo claro: fortalecer los indicadores de cartera recuperando la precisión y fortaleciendo los esquemas en la data.