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La importancia de tener un plan financiero recae en una necesidad imperante a la hora de definir ¿qué es lo que queremos? y ¿cómo lo vamos a conseguir?

Las deudas por excesos en créditos de libre inversión, hipotecario, vehicular, tarjetas o cual sea el gasto que adquirimos por una necesidad o un lujo, debe ser mesurado y no exceder nuestras posibilidades de pago. Actualmente el ecosistema financiero tiene la posibilidad de adquirir productos y servicios de manera fácil y sencilla. Sin embargo, no podemos caer en la trampa de tener un sobre endeudamiento por satisfacer eso que queremos sin ningún objetivo o meta.

Por ello es necesario desarrollar una estrategia para realizar compras o adquirir servicios de manera consciente, sin caer en una deuda de espiral, por ejemplo, hacer un avance en la tarjeta de crédito para pagar la hipoteca, esto hace que los intereses se conviertan en su única deuda y no el capital.

 

 Ahora bien, veremos unos sencillos pasos para determinar unas finanzas sanas:

1. Definir los objetivos y metas a corto, mediano y largo plazo. Esto permitirá saber cuánto tiempo tengo para adquirir el producto-servicio y cuánto voy a demorar en pagar. Comprar en exceso o sin ninguna finalidad es unos de los principios para que las deudas se vuelvan un dolor de cabeza.

2. Aprender a manejar el dinero; es imposible pagar un crédito sin tener la misma cantidad entrante mes a mes. No comprometa supuestas entradas de dinero hasta que no se tenga asegurado el ingrero o contrato.

3. Reconocer los patrones de conducta de uno mismo a la hora de realizar compras, pues hasta para ir al supermercado se debe tener una lista de productos necesarios y no exceder los límites.

4. Definir prioridades para gastos realmente importantes. No se quiere decir que los lujos y ocio estén mal, sencillamente si aprendemos a manejar el dinero esto se va a convertir en una prioridad más.

5. Cuidar el patrimonio y no hacer inversiones que excedan la totalidad del mismo. En caso de que la inversión no se dé, podría ocasionar la pérdida total y las finanzas irían en caída libre.

La concientización para el uso de tarjetas de crédito comienza en ¿qué podemos pagar con tarjeta y qué no? Diferir a 12 cuotas un mercado que se compró en enero es asimilar que durará hasta diciembre y pagar doce meses de intereses es otra renta. Es por eso que utilizar las tarjetas en caso de emergencia es una buena decisión, y entender y diferenciar qué es una emergencia y qué no. Hacerlo por costumbre no. Una, dos o tres cuotas son el máximo para diferir, excepto que sea un producto de alto valor que sea imposible de pagar en ese plazo.

Adquirir varias tarjetas de crédito no es un lujo rentable, generan cuota de manejo y un sobrecupo crediticio lo que imposibilita créditos necesarios a futuro. Mantenga máximo dos de buen cupo y rechace todas aquellas de menor valor que le sean preaprobadas.

No obstante, si se considera que las finanzas no van en buen camino, los bancos y mayoría de comercios brindan alternativas para la normalización de cartera como refinanciación, reestructuración, pago de intereses para disminuir días en mora y prevenir reportes negativos ante centrales de riesgo. No dude en comunicarse con las entidades, ahí puede haber una solución

El deber ser para el éxito financiero de cualquier persona, desde el adolescente de catorce años que recibe su mesada, hasta el director general de una multinacional que devenga un gran salario, es tener siempre calculadora en mano y plan de finanzas al pie, pues con esto logra tener una historial crediticio pleno, evitando situaciones judiciales que entorpezcan su entorno familiar, laboral y personal.

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